domingo, 11 de mayo de 2008

Por una política de transporte

Con un parque automotor de 1,4 millones de vehículos, 20 habitantes por vehículo, somos el país menos motorizado de Sudamérica. Además de chico, nuestro parque es viejo, lo que explica en parte el altísimo índice de accidentes. Los 55.000 vehículos nuevos importados el año pasado representan menos del 4% de un parque cuya edad promedio se estima en 15 años (desde que se eliminó la renovación de placas no hay una estadística confiable y algunos afirman que son 17). Con solo 15 años, esto significa que por cada auto nuevo hay uno que tiene 30 años.

Para comparación, Ecuador con 14 millones de habitantes importó 90 mil y Chile con 16 millones importó 210 mil. Debido a la falta de una política de transporte, a través de los años hemos ido empeorando. La importación de autos usados, en vez de renovar, nos ha llenado de chatarra que hoy representa más del 15% del parque. La situación deplorable de la seguridad vial se debe en gran parte al estado de nuestro parque automotor.

En el caso de Lima, donde circula la mayor parte de la chatarra importada, contribuyen otros factores. La falta de un sistema de transporte público eficiente ha atorado las vías con micros y taxis. La indisciplina y la falta de estacionamiento también contribuyen. Los edificios reemplazan a las casas aumentando exponencialmente la densidad, sin que se provea el estacionamiento que generan.

Tenemos un déficit acumulado, resultado de muchas décadas sin una política de transporte coherente. Es urgente la renovación masiva del parque automotor, comenzando con el transporte público, que requiere parar el ingreso de chatarra y cifras de importación mucho mayores a los 55 mil vehículos nuevos del año pasado. Además habrá que tomar en cuenta los cambios que se producen a nivel global.

El precio del petróleo y otros problemas están generando nuevas soluciones y cambiando la oferta mundial. No debemos volvernos nuevamente receptores de lo que nadie quiere. Para evitarlo necesitamos que se tomen en cuenta todos los factores, desde el costo en seguridad y en combustible, hasta los problemas urbanos que genera la falta de una política de transporte.

Fuente: el comercio
6 de abril del 2008

No hay comentarios: